A la vuelta de Barcelona papá nos esperaba con la sorpresa de un barco! Y claro, el Pequeño Vikingo tenía chaleco salvavidas a estrenar, un poco grande para él pero es que no hacen tallas para grumetes más pequeños. ASí, zarpamos el primer fin de semana con el Capitán Pescanova dándonos instrucciones en alta mar. Desde nuestro puerto en Bullandö donde se encuentra el amarre, camino a las islas del archipiélago. Carmen y su amiga nos acompañaban también. Fue un viaje divertido, con algún incidente que otro (casi hundimos el barco, pero bueno, no está mal para empezar). Pudimos hacer un picnic en la isla de Möja (AVI, atención al nombre) y volver a puerto sanos y salvos. Hemos decidido que nuestro velero se va a llamar RODA, por los mejores años de infancia de mamá.
Probando el chaleco
Los grumetes del capitán Pescanova!
Picnic en Möja
Siesta dentro del RODA
Y llegó el MIDSOMMAR. Jenny y Patrick nos invitaron a la casa de Båstad y allí pasamos tres días de celebración. En realidad sólo se celebra uno pero estábamos tan a gusto en la casita alpina con jardín! Axel tenía como compañero de juegos a Alexander, y la relación entre los dos oscilaba entre el amor y odio de ahora-te dejo-mis-juguetes- ahora te los quito. Alexander, claramente superior con su 1,5 años hacía lo que quería y Axel, enamorado de un cochecito de madera, sólo podía jugar cuando el otro estaba despitado con otra cosa.
Jugando en el jardín
Preparativos para Midsommar
Los juegos de Midsommar
Los chicos...
Y las chicas
El último en quererse ir a la cama
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