Axel está con un poco de fiebre desde ayer, son los dientes que están creciendo, con lo que no podemos hacer mucho más que estar por casa por el frío que hace fuera. Encender velas, arrebujarse bajo una manta, cocinar. El domingo hicimos muffins de chocolate y plátano y también de arándanos junto con Tess que vino a colaborar y pasar la tarde de lluvia. Salieron buenísimas! La verdad es que ahora entiendo porqué todo el mundo es tan aficionado en Suecia a hacer pasteles, tartas, bollos y postres: es muy acogedor. Ahora...encontrar a alguien que sepa hacer una comida en concidiones sin despegar los ojos del libro de recetas... eso ya es más difícil. En mi tierra somos de cuchara y sopa, buen guiso y dominio de las cacerolas y las sartenes. Por eso va bien aquí perfeccionar el horno.
El lunes vino Lindsey con su hija de 4 meses, por fin la conocimos. También Tati con Joakim, su segundo hijo, y Axel por aquí corriendo. EStá claro que el curso preliminar de sueco dio para mucho. Todas nos hemos quedado en Estocolmo, y mejor o peor nos defendemos con el sueco. Y con los suecos.
Axel juega más solo y puedo dejarlo en el taca-taca o en el suelo con sus cositas. Es muy divertido verle jugar a su aire, chapurrea todo lo que puede! Ése es su lado español..
Dientes de arriba, ya todo un Draculín!
Muffins de chocolate y arándanos
Cata de muffins (madalenas). Podría acostumbrarme a vivir así...
Lindsey con su hija, Tati con Joakim, Axel y Vanessa
Haciendo masa de pizza
Las cazuelitas de Axel: puré de pollo, carne, pescado y compota de frutas.
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