A finales de mes hemos marchado a Grundsund aprovechando el trabajo de Håkan. Primero en avión hasta Gotemburgo y una vez allí nos esperaba el abuelo (Farfar en sueco) para dar un montón de abrazos y besos a su nieto más pequeño. Luego seguimos nosotros con su coche a Grundsund. El paisaje de la costa oeste de Suecia es imbatible. Pueblos pesqueros con casitas de madera color blanco, rojo o azul, en su día de pobres pescadores, hoy, residencias carísimas al alcance de pocos. El día que llegamos hacía un sol veraniego...y a la mañana siguiente, al abrir la ventana, había nevado! Así que tuvimos todas las estaciones posibles en los cuatro días que estuvimos allí. Hicimos una excursión también desde Fiskebäckskil a Lysekil, con barco incluído. Increíble el olor a sal y del mar, me hizo añorar de nuevo mi querido Mediterráneo.
Mediados de Marzo en Odenplan, Estocolmo.
Tomando contacto con la bola. Pelota de tenis por primera vez
Remedio casero (sueco) para cantos salientes. A lo Björn Borg
Niño con zapatos nuevos
Jugando con el regalo de cumpleaños del Avi
Leyendo el periódico con Papá
Primeros paseos por la casa
VIAJE A GRUNDSUND
Gateando en casa del abuelo
Durmiendo con Papá, el mejor sitio!
Y al despertar, todo nevado.
Jugando con Farfar
Farfar da el desayuno por la mañana... qué sueño. Son sólo las 6:30... Axeeeel!
Las casitas de Fiskebäckil (no, no es la de la familia, ya quisiéramos)
Fiskebäckskil
Fiskebäckskil 2