martes, 25 de noviembre de 2008

Ñam, ñam...

Llegó el día de empezar la papilla. El momento de la verdad, el que he estado esperando con temor a que la genética me jugara la mala pasada. La comida.
Tendrá Axel mis genes de mala comedora? O quizá, con un poco de suerte, los de su padre, el auténtico ñampa-zampa?
Y así nos plantamos, cuchara en mano, con los cereales en papilla. Axel arrugaba el morro a la primera, escupía a la segunda y creo que me quería pegar a la tercera. Novata yo, los tendría que haber disuelto un poco más antes de darle la masa grumosa esa. Puaj!
Suerte que la era internet salva a cualquiera del apuro. Después del show (su padre tuvo que consolarlo y acunarlo por media hora) estuve leyendo varios artículos. Ahhhh... hay que disolverlo con leche! Claro! será porque el embalaje estaba en sueco y no me enteré de la mitad de las instrucciones?
Bueno, el caso es que aquí lo veis al día siguiente, con el mejunje bien preparado. Abalanzándose sobre la cuchara!

Comprobado: genes suecos.


1 comentario:

Gemma dijo...

Hola Vane!!!

fantàstica idea la del blog, estic esperant a arribar a casa i saber que a fet avui el petit vikingo!! M'alegra que els gens siguin suecs, però espero que en tingui de teus, sobretot els que et donen la capacitat de relatar amb tanta claritat i gràcia l'odissea de la papilla.
L'Axel és preciós i tú estàs igual de guapa que sempre.
Moltes felicitat als dos i segueixo enganxada al blog a l'espera de les properes historietes del vikingoibèric.

Un petonàs enorme pels 3.
Gemma